Un COMPOSTADOR es un recipiente cerrado pero abierto en la base, de manera que cuanto introduzcamos en él estará en contacto directo con el suelo de nuestro jardín; a este destinaremos todos esos desechos naturales que habitualmente se queman o se dejan en contenedores públicos o vertederos de residuos (tales como restos de poda, de césped recién cortado, de hojarasca, de cosecha, ramas… e incluso la pelaza de las frutas que nos comemos o los excrementos de los animales). Dichos desechos, siempre que sean tratados como es debido, acabarán por convertirse en un abono orgánico natural excelente para ser empleado tanto en jardinería como en agricultura, al que llamamos “compost” y que, además de servirnos para abonar, nos evitará el tener que comprarlo así como, también (en el caso de los profesionales), el coste que supone llevar tales residuos al vertedero. Y todo ello mediante un riguroso respeto por el medioambiente a través del llamado proceso de compostaje (reciclaje orgánico).